La
edición digital podría aminorar el impacto ecológico causado por el sector
editorial. Mediante una producción sin papel, se reduce tanto el consumo de
recursos como las emisiones contaminantes.
Las tecnologías digitales han revolucionado la vida de
la gente de diversas maneras. Tales innovaciones han cambiado de manera
fundamental el panorama de muchas industrias y han alterado tanto el
funcionamiento de estas como la naturaleza de los productos que producen.
Ahora, sin embargo, la revolución digital podría ser
la solución al problema medioambiental que concierne al sector de las
comunicaciones. En todo el mundo, se publican billones de revistas y periódicos
cada año, y su producción, distribución y reciclaje suponen un impacto
medioambiental importante.
Incluso el periódico de una ciudad pequeña emplea
aproximadamente 200.000 toneladas de papel de periódico al año. La producción y
utilización de tal cantidad de papel, unido a las consecuencias
medioambientales que suponen el transporte y el reciclaje de este, no resultan
favorables económicamente. Este hecho, unido al descenso de los ingresos en los
periódicos y revistas principales, ha propiciado la búsqueda de alternativas.
Los periódicos en formato electrónico representan una
solución económica y flexible a los problemas de la publicación impresa. Estos
permiten una distribución mundial sencilla, sin producir las emisiones
contaminantes habituales en los procesos de transporte e impresión. Por otra
parte, la distribución es más rápida que en el caso de los periódicos y
revistas tradicionales, de tal modo que llegan a ser más bien un producto
inmediato. No solo son más baratos, sino que también ofrecen servicios
interactivos adicionales.
Auténticos
productos sin papel
La edición digital y los periódicos electrónicos
permiten que el sector de las comunicaciones puedan recortar gastos, llegar a
más lectores y, sobre todo, reducir el impacto medioambiental.
Si bien la edición digital reduce el consumo de papel
y las emisiones contaminantes durante la distribución, también recorta
drásticamente los costes de reciclaje y de recogida de residuos, la emisión de
combustible, el uso de químicos perjudiciales y la inevitable producción de
basura.
Este tipo de edición no solo implica ventajas
medioambientales, sino también verdaderas ventajas comerciales. La edición
digital ofrece unos costes de publicación y distribución más reducidos y
permite a los editores llegar a un mayor número de lectores en todo el mundo.
Por otra parte, el hecho de que las publicaciones
digitales puedan integrarse en infraestructuras ya existentes las convierte en
una propuesta interesante. Entre otras ventajas, se incluyen: una distribución
rápida, una entrega puntual y la posibilidad de ofrecer servicios adicionales a
los clientes.
Al implantar un proceso de producción sin papel, los
editores estarán ahorrando considerablemente. En lo que respecta al medio
ambiente, el cambio a la edición electrónica acaba con el uso de tinta y papel
e, incluso, con el transporte a gran escala.
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